¿Por qué todo el mundo parece hablar de apps últimamente?


Llevamos varios años en los que todo el mundo parece hablar de “apps” o aplicaciones, si sales a correr hay una app que te permite medir tus datos de carrera, si tienes mala orientación hay una app con mapas que te guía via GPS, si quieres hacer video conferencias hay una app para hacerlas, si quieres montar un karaoke improvisado con tu música, retocar una foto, leer noticias, interactuar en redes sociales, consultar tus extractos bancarios, jugar…hay apps para todo eso…incluso si quieres simular problemas de flatulencia, desafortunadamente también te sobran apps para hacerlo.

Hay varios motivos que han contribuido a que el fenómeno apps haya tenido lugar y para el que todavía no hemos llegado ni mucho menos a su apogeo.

El principal motivo es la popularización de Smartphones, teléfonos móviles que ofrecen funcionalidades mucho más allá de una simple llamada telefónica o SMS y cuya potencia y capacidad se asemejan ya a PCs de hace pocos años. Aunque la venta de Smartphones todavía no es comparable a la venta de teléfonos móviles tradicionales, los smartphones todavía no llegan al 40% del total de las ventas, estamos viviendo un cambio de tendencia.  Mientras el mercado total de telefonía móvil ha decrecido -1.5% durante el primer trimestre de 2012, la venta de Smartphones ha crecido +42,5% respecto al mismo trimestre del año pasado y se espera que se vendan alrededor de 686 millones de unidades este año (fuente: IDC. Worlwide Quarterly Mobile Phone Tracker).

El siguiente motivo es que todos los Smartphones ya disponen de una tienda de apps o Marketplace, que facilitan muchísimo la venta y la distribución de apps. Piensa por un momento lo complicado que podía resultar antes distribuir tu propio software, debías negociar con distribuidores locales la venta en comercios de la zona, o por el contrario optar por vender en Internet; esto último teniendo en cuenta la sensación de inseguridad para los usuarios, a los cuales se le complicaba mucho saber si el software que estaban descargando había sido verificado, contenía malware o spyware, etc.

Sin embargo hoy en día cualquier empresa o desarrollador individual puede crear sus apps y en poco tiempo acceder a un mercado mundial, los usuarios por su parte pueden estar más seguros al acceder a software a través de tiendas de confianza como puedan ser la de Microsoft o Apple que revisan todas y cada una de las apps que se publican.

Finalmente es difícil encontrar otro dispositivo que tengamos siempre tan a mano como el teléfono móvil, sino piensa cuántas veces al día te alejas del teléfono a más de 2 metros de distancia.
Viendo las cifras de ventas de Smartphones, las facilidades existentes para usuarios y programadores y la capacidad de las empresas para estar cerca de nosotros, no es de extrañar que las empresas y desarrolladores individuales se hayan puesto manos a la obra para crear su app o juego que les convierta en los siguientes millonarios. Basta ver por ejemplo la cantidad de empresas surgidas con el único fin de crear apps, la cantidad de empresas tradicionales que han creado una o varias app para ofrecer sus servicios o realizar campañas promocionales,  o la cantidad de concursos hackathon que se están llevando a cabo en todo el mundo, los cuales consisten en programar software durante un tiempo limitado que normalmente es de un fin de semana. Un ejemplo de hackathon es el Megathon Windows 8, donde un máximo de 700 desarrolladores de toda España se unirán en 13 ciudades simultáneamente para conseguir crear la mejor app para Windows 8.

En cualquier caso, no todo es tan fácil para los usuarios y desarrolladores. Un reciente estudio llevado a cabo por la empresa Adeven indicaba que existen unas 400.000 apps fantasma en la AppStore de Apple, es decir, un 60% de apps que no han sido descargadas ni una sola vez.

Es obvio que el simple hecho de crear un app no puede garantizar el éxito, por un lado el desarrollador se encontrará con una feroz competencia y por otro la necesidad de poder rentabilizar el trabajo de programarla, dado que es muy habitual encontrar apps gratuitas o tienen un coste inferior a los 5€.

Es por eso que es fundamental contar un plan de marketing para nuestra app, o contar con algún socio que pueda ayudarnos con la promoción. También es importante tener en cuenta varios aspectos a la hora de escoger el modelo de negocio de nuestra app. Los modelos más habituales son:
  1. Pago único. El usuario paga una única cuota al descargar su app. El riesgo es no llegar a un número de descargas aceptable para cubrir los costes y que además una vez saturado tu mercado potencial, no puedes seguir rentabilizando tu app al no disponer de nuevos ingresos.
  2. Gratis y financiada con publicidad, cuyo mayor riesgo es que a pesar de conseguir muchas descargas necesitaríamos que los usuarios pasasen el mayor tiempo posible usando la app, para que de esta manera se visualizaran los anuncios.
  3. Gratis y financiada con contenidos extra. La app se descarga gratuitamente y ofrece cierta funcionalidad, pero hay que pagar por acceder a nueva funcionalidad o nuevos contenidos. Por ejemplo, en un juego para acceder a nuevas armas o escenarios, en una app librería para acceder a los libros.
  4. Subscripción. Siguiendo un modelo parecido al del cloud computing, este modelo de negocio nos permite pagar solo durante el tiempo que estemos utilizando la app. En el caso de las apps, habitualmente es por meses o años.
  5. Existen también combinaciones de las anteriores, por ejemplo una versión gratuita de la app con publicidad y una de pago con funcionalidad más avanzada. De pago, más contenidos extra, etc.
Comentaba que el negocio de las apps no ha llegado todavía a su apogeo, esto es debido a que en el artículo no hemos tenido en cuenta, la explosión de las tabletas y también los PCs de sobremesa y portátiles, que con la llegada de Windows 8 convertirá potencialmente la Windows Store, en la tienda de apps más grande del mercado por base instalada. Es por ello que para el 2014 se prevé que el volumen de negocio de apps sea de 35 mil millones de dólares y que el número de descargas crezca de los 10.700 millones de 2010 a 76.900 millones y de 182.700 millones en 2015 (fuente: IDC).

Es por esto que sin duda estamos ante unos años donde los programadores cobran mayor importancia que nunca, por lo que si antes nuestros padres y abuelos decían que había que tener un amigo médico y un amigo abogado, ahora sin duda hay que tener un amigo programador haciendo más válida que nunca la ya famosa cita de Steve Ballmer “developers! developers! developers!”.

Jose Bonnin (@wasat)


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